Metas

Metas… Sin darnos cuentas movemos nuestras vidas por metas  y más metas. Pero ¿qué ocurre cuando las cumples o llegas a ellas? Porque si fracasas puedes volver a intentarlo, levantarte y seguir; crea un nuevo proyecto en el que madurar como persona.

Es necesario darse cuenta que las metas que nos proponemos son realmente sueños. Quizás no sean sueños como ser astronauta o Millonario, pero cuando sueñas con ellos nada ni nadie te dice que sean un imposible. Pues bien, las metas son como pequeños sueños, pequeños sueños con los que poco a poco ir sumando y llegar  a ese gran sueño.

La vida se compone de proyectos. Todos tenemos alguno desde el niño pequeño que comienza a  hacer sonidos e imitaciones intentando comunicarse y hacer como su mama y su papa hasta el gran empresario que continua pensando nuevas oportunidades en las que poder superarse. Por ello, las metas nos hacen madurar pero también superarnos a nosotros mismos. El ser humano siempre se intenta superar aunque en ocasiones lo haga inconscientemente.

Cuando cumplimos nuestra meta final. Cuando vemos que estamos llegando a ella por una parte sientes satisfacción, y miras atrás y ver todo lo recorrido y superado, hace pensar que aunque en ocasiones fue  difícil, mereció la pena y fue divertido.; por otra parte, te sientes perdido, no saber que hay detrás, que hay después de eso y lo mejor l eliges TU.

Pero otros proyectos, metas, sueños... como se llamen, legarán. Quizás sentarse bajo un árbol y esperar que te venga la inspiración para decidirte, te ayude;  quizás hacer una valoración de tu vida pueda también ayudarte. Pero no te dejes llevar por lo que te digan o lo que  parezca más fácil porque ahí  no está  lo que buscas.

Ser uno mismo siempre… buscando la felicidad.